Berlín en verano es una de las ciudades más dinámicas que conozco. La ciudad despierta en primavera tras la hibernación del invierno, y en verano despliega sus encantos y te enseña como vivir El Mejor Verano de tu Vida. Hay conciertos al aire libre y festivales prácticamente a diario, las calles se llenan de artistas en cada rincón, el sol y el calor te invitan a pasar tu tiempo libre en el lago bajo la sombra protectora de los árboles, o reservar una balsa y disfrutar de una barbacoa en buena compañía. Bares y restaurantes se adueñan de las orillas del río, la gente se echa a tomarse una Berliner Pilsner fría, y tanto turistas como residentes van en crucero por el río Spree mientras una grave voz alemana les cuenta todo acerca de la historia de la ciudad.
En verano es cuando la mayoría de los festivales tienen lugar: empezando en Mayo con el Carnaval de las culturas y el desfile por las calles de Kreuzberg, y sus muchas paraditas de comida y bebida internacional; la Fête de la Musique ofrece conciertos las múltiples plazas de la ciudad, y Christopher Street Day – más conocido como el día del Orgullo Gay en Berlín con desfile de carrozas incluido – son algunos de los más populares y la experiencia es totalmente recomendable. Pero como yo vivo aquí – y ya lo he visto casi todo – solamente voy cuando realmente me apetece.
May Day, el polémico 1 de Mayo que celebra el día internacional del trabajador, es el festival callejero que se festeja de manera espontánea desde los ’80. Solía terminar con manifestaciones y actividades políticas que se torcían hasta que intervenía la policía. La fecha histórica del 1 de Mayo de 1990 fue testigo del primer festival y manifestación de manera pacífica a pesar de la gran presencia policial. Desde entonces, no solamente se autoriza el festival de manera oficial, sinó que además es civilizado y está mejor organizado, casi hasta el punto de gentrificación que ha sufrido el centro de la ciudad. Las manifestaciones a día de hoy no suelen acabar en violencia como acostumbraban, y ya no resulta un peligro como lo fue en el siglo pasado.
Organizar un picnic para pasar el día en la piscina es otra alternativa, muchas de ellas ofrecen piscinas de poca profundidad para los niños y otras incluso toboganes. Esta es una de mis opciones favoritas en días de mucho calor: buscar un lugar a la sombra de los árboles no es difícil, y a menudo tienen un pequeño bar o Imbiss donde comprar cosas para picar, bebidas y helados. Una alternativa similar es organizar un grill en uno de los parques o zonas verdes de Berlín – si no tienes la suerte de tener tu propio jardín o balcón – y podéis encontrar todas las zonas permitidas en este mapa. Una de las opciones más conocidas es Tempelhofer Feld, antiguo aeropuerto y sus correspondientes pistas convertidos en un parque público gigantesco, lugar perfecto no solamente para asar (al no haber árboles no hay riesgo de fuego) sinó también para volar cometas, patinar, ir en bici, correr, y una larga lista de etc. También aquí se organiza en Mayo desde 2015 la carrera E-Prix (Fórmula-E de coches eléctricos, compartí algunas fotos en mis historias de Instagram).
Pero existe otra cara del verano en una de las capitales más modernas de Europa, y se da lugar en las afueras, donde viven las familias con niños y los pensionistas. El verano «fuera del ring» (el Ringbahn es la línea de tren que rodea Berlín en ambas direcciones, y corre el rumor de que nunca sucede nada interesante fuera de ella), como lo llaman los amantes del tecno, tiene un ritmo muy distinto. Empieza mças temprano pero se desarrolla lentamente a lo largo del día, sobretodo si vas a quedar con amigos para hacer brunch al mediodía: la combinación de buena comida y compañía no te dejará levantarte de la mesa hasta pasadas las 3. Los mercadillos aparecen por todas partes para darte a probar productos frescos locales y regionales, y a veces internacionales también. Incluso podéis aventuraros a buscar frutas del bosque que terminarán o bien en una deliciosa tarta o una buena mermelada. El verano se hace del huerto al plato, en mi modesta opinión.
Y como no podía faltar, por supuesto, uno de mis pasatiempos favoritos sobretodo en verano es caminar sin rumbo, disfrutar de la naturaleza y los barrios menos conocidos. Mi último descubrimiento es la encantadora Dorfstrasse en Spandau, que se traduce en calle del pueblo. Termino esta entrada tan larga con algunas fotos de mi nuevo lugar favorito en esta ciudad que nunca deja de sorprenderme. Espero que lo disfrutéis y os invito a pedirme recomendaciones si alguna vez viajáis a esta parte del mundo!