Érase una vez la Reina de las Tartas, y todo aquél que tenía un cumpleaños en la oficina se consideraba bendecido si ella preparaba algo delicioso para la ocasión.
Bueno, vale, ya dejo el rollito cuento de hadas, pero es muy cierto que cada vez que traigo alguna deliciosidad a la oficina, a mis compis les brillan los ojitos.Y esta vez la ocasión lo requería, siendo el cumpleaños de una compañera y amiga mía, así que preparé algo muy especial. Como le encanta la fruta, decidí hacer una tarta de manzana, pero también lleva un estilo de vida muy deportista y saludable, así que cambié la receta original para reducir las calorías sin sacrificar ni un poquito del sabor que hace de esta tarta una exquisitez. Y así nació la tarta de manzana butterscotch baja en azúcar. Tarta de manzana que sabe a dulce de azúcar y mantequilla. Divina. Y con solamente la mitad de azúcar. Ponme dos!
Sobra decir que el recibimiento en la oficina fue increíblemente positivo y la tarta fue altamente alabada, y no solamente porque estaba exquisita sino también porque puse mucho cariño en el entramado de la masa (llevaba mucho tiempo queriendo hacer entramado trenzado y esta ocasión me dió la excusa perfecta). El resultado queda a la vista! Pasa que yo no tengo la habilidad de mostraros cómo recrear el entramado trenzado, pero esta receta os ayudará a hacer una tarta de manzana butterscotch con entramado tradicional.
- 750g manzanas
- 100g azúcar moreno
- 60ml agua
- zumo de 1 limón
- 4 cdas almendra molida
- 2 cdas harina
- vainilla
- 3 cdas mantequilla
- 475g harina
- 150g mantequilla fría
- 1 cdita sal
- 4-5 cdas agua fría
- Pelar, descorazonar y cortar las manzanas bien fino, y colocar en un recipiente grande. Anadir el zumo de limón, el azúcar moreno y el agua y mezclar bien. Dejar reposar.
- Preparar la masa: con los dedos o con el robot de cocina mezclar la harina con la mantequilla fría cortada en trozos pequeños. Añadir la sal y una cucharada de agua cada vez, hasta que la masa empiece a formar una bola. Dividir en dos partes iguales.
- Sobre una superfície limpia y seca poner algo de harina. Estirar una de las dos masas con el rodillo asegurándonos de que sobran 3cm alrededor de la bandeja en que vamos a cocinar la tarta.
- Poner papel de hornear en la bandeja y colocar la masa estirada.
- Estirar la segunda parte de la masa, de nuevo tiene que ser más ancha que la bandeja, y cortar en tiras iguales que se convertirán en el entramado.
- Precalentar el horno a 220°C.
- Verter la mezcla de manzanas en una olla a fuego medio y hervir. Reducir el líquido a la mitad, y entonces añadir la almendra, harina, vainilla y mantequilla y cocinar hasta que el líquido espese.
- Vaciar las manzanas en la corteza de la tarta que estaba preparada en la bandeja. Este vídeo os muestra cómo trabajar el entramado sobre el relleno de manzana. Luego hay que recortar el sobrante y sellar los bordes.
- Cubrir con papel de aluminio y hornear durante 30 minutos.
- Retirar el papel de aluminio y hornear otros 15 minutos hasta que se dore. Dejar enfriar un par de horas. Un par mallorquín. Y para el que no lo sepa, un par mallorquín no equivale a dos, es un área gris de más de 2 pero menos de 5.