Por fin, ha llegado la primavera! El sol se ha dignado a aparecer y ha traído consigo temperaturas más altas – o al menos por encima de los 0ºC, cosa que yo personalmente aprecio mucho! -. Los árboles están en flor, los pajaritos cantan, y yo le pongo limón A TODO. Bueno, en realidad esto lo hago sin importar la época del año que sea, pero con la subida de las temperaturas crece mi obsesión, y G tiene que ponerme límites.
Hacía un tiempo que quería hacer una tarta sin horneado, ya que estoy experimentando para un cumpleaños y estoy probando diferentes variantes, así que no sabía si usar agar-agar o gelatina de toda la vida y dejar de lado a mis queridos veganos y vegetarianos de la comunidad por una vez. Al final me decidí por gelatina, pero la receta se adapta muy bien a la versión vegana que podéis encontrar el la sección Consejos de Propina más abajo. Como tampoco quería utilizar azúcar, esta receta lleva miel para endulzar. La adición de miel a la textura le da un gusto muy agradable sin ser empalagoso, lo cual me animó a comerme otro pedazo para desayunar al día siguiente de haberla hecho. Esta tarta de limón no tiene ninguna complicación a la hora de hacerla, y además es sana, libre de gluten y baja en calorías. Y os prometo que es dulce y suave con una base crujiente y muchísimo sabor.
- 700g anacardos remojados en agua
- 120ml endulzante (ver opciones más abajo)
- 129ml zumo de limón
- 4 gotas de aceite esencial de limón de Young Living
- extracto de vainilla
- gelatina o agar agar
- 1 cda cúrcuma
- 150g almendras picadas
- 60g mantequilla de coco
- Colar los anacardos después de haberlos dejado en remojo durante al menos 2 horas, mezclar con el endulzante, la vainilla y la ralladura de limón y batirlo hasta conseguir una crema suave. Reservar.
- Derretir la mantequilla de coco y mezclar con la almendra picada. Presionar en el plato que vamos a usar para la tarta (yo uso un vaso pequeño que tiene una base completamente plana)
- Hornear a 175ºC durante 10 minutos, y dejar que enfríe.
- Medir la crema de anacardos y calcular la cantidad de gelatina o agar-agar de acuerdo con su peso.
- En una olla pequeña, mezclar la gelatina con el zumo de limón y hervir.
- Mezclar la gelatina con la crema de anacardo y mezclar bien, separar en dos cuencos.
- Añadir la cúrcuma en uno de los dos cuencos y batir bien. Utilizar una cuchara que no sea de plástico para evitar que adopte el color amarillo de la cúrcuma.
- Añadir 2 gotas de aceite esencial de limón de YL en cada cuenco.
- De manera alterna, verter la crema de anacardo de ambos colores al azar. Al terminar, crear ondas con un palillo sobre la superfície de la crema. Le dará un efecto veteado muy bonito.
- Refrigerar unas 2 horas o hasta que la crema esté sólida.
CONSEJOS DE PROPINA:
- Opciones de endulzarte: erythritol, stevia, miel, sirope de arce, agave…
- Sustituir la gelatina por agar-agar para una receta vegana! Más detalles en este enlace.
- Sustituir la misma cantidad de almendras por galleta picada si lo preferís. Pero no uséis harina, porque no tendrá ningún tipo de sabor.
- Podéis obviar la cúrcuma, la crema de anacardos sin el color amarillo tiene un aspecto similar al de una tarta de queso. También podéis animaros con otros colorantes naturales.