Mis queridas lectoras , en particular aquellas que estáis en el dichoso ciclo de los 28 días, esta historia y receta que comparto hoy os la dedico a vosotras. Yo «me convertí en mujer» muy joven, tenía solamente 11 añitos, era muy inocente y todavía no sabía demasiado bien de qué iba el tema de la reproducción y lo que le estaba pasando a mi cuerpo. Avanzamos 21 años y llegamos a donde me encontraba hace poco más de un año. Yo tuve la suerte de haber tenido unas reglas relativamente fáciles de llevar hasta que un día dejaron de serlo, al punto de verme obligada a faltar al trabajo regularmente. Me recomendaron un ginecólogo que supuestamente me ayudaría con esto, y tras un chequeo breve y muy estándar me soltó que cambiara mi anticonceptivo Nuvaring súper fiable con el que llevo más de 10 años a la píldora, con la que he tenido muy malas experiencias. Cuando le expliqué mi reticencia, me dijo que no tenía otra sugerencia, que podíamos cambiar y ver qué pasaba. Le dije que me lo pensaría, y salí de la consulta muy insatisfecha.
El mismo día me puse a investigar por Internet. Leí acerca de los dolores menstruales, remedios caseros, y cómo nuestra nutrición puede tener un inmenso beneficio si la usamos de manera correcta. Empecé a tomar calcio (para regular la contracción de los músculos, conducción de nervios y la coagulación de la sangre), magnesio (para reducir la tensión muscular, disminuir los dolores relacionados con migrañas, y corregir el desorden neurológico que conlleva a la ansiedad y depresión) y vitamina D (para ayudar a absorber y regular el calcio) a diario tras mi descubrimiento, al que había llegado yo solita buscando en Google ya que un profesional de la medicina no tenía soluciones para ofrecerme. En dos meses mis dolores habían desaparecido casi por completo. Sobra decir que no volví a la consulta de ese doctor. Desde entonces he continuado con mi investigación personal para darme a mí misma el trato que necesito, ya sea emocional o nutricional, y esta receta es mi primer regalo a aquellas de vosotras que seguís un camino parecido. A través de la nutrición podemos darle a nuestros cuerpos aquello que necesitan durante esos días que estamos hinchadas y doloridas, y necesitamos algo que nos haga sentir mucho mejor.
Empecé a tomar calcio (para regular la contracción de los músculos, conducción de nervios y la coagulación de la sangre), magnesio (para reducir la tensión muscular, disminuir los dolores relacionados con migrañas, y corregir el desorden neurológico que conlleva a la ansiedad y depresión) y vitamina D (para ayudar a absorber y regular el calcio) a diario tras mi descubrimiento, al que había llegado yo solita buscando en Google ya que un profesional de la medicina no tenía soluciones para ofrecerme.
Esta sopa de zanahoria lleva muchísimos valores que os ayudarán a sentiros mejor! Las zanahorias son ricas en hierro, ayudan a controlar sangrado fuerte gracias a los beta carotenos y disminuyen el dolor. El ajo reduce la hinchazón y el dolor menstrual, al igual que el jengibre. El comino ayuda a hacer la digestión en general, cosa que se agradece muchísimo en esos días del mes. Y la cúrcuma es antiinflamatoria, reduce el dolor y ayuda a combatir el síndrome premenstrual disminuyendo los cambios de humor y depresión asociados. Una combinación perfecta, lista para ofreceros el alivio que anheláis!
Estas son las medidas para 1 persona:
- 3 zanahorias medianas, peladas y cortadas
- 1 cda aceite de coco
- 500ml caldo vegetal
- 1 cdita cúrcuma
- 1 cdita comino picado
- 1 diente de ajo
- 1 gota de aceite esencial de jengibre de la marca Young Living (ver CONSEJOS DE PROPINA)
- sal
- 1 cda aceite de oliva
- Poner una olla mediana sobre fuego medio y calienta el aceite de coco. Añadir las zanahorias y dorarlas unos 3-4 minutos.
- Añadir el caldo vegetal y llevar a ebullición. Bajar el fuego y dejar que el líquido se reducza a la mitad. Apagar el fuego.
- Separar las zanahorias y el caldo.
- Echar la cúrcuma, comino, ajo y jengibre a las zanahorias, y hacer puré.
- Añadir el caldo al puré poco a poco hasta formar una sopa cremosa.
- Corregir de sal y decorar con el aceite de oliva para servir.
- Darme las gracias en un comentario aquí abajo por esta maravillosa receta que además se hace en un momento!
CONSEJOS DE PROPINA:
- Solamente aconsejo aceites esenciales de Young Living para la ingestión, si te interesa saber porqué, puedes seguir leyendo aquí.
- Puedes utilizar 1cm de jengibre fresco en lugar del aceite esencial.