Muy a menudo me preguntan sobre mis famosos smoothies: cómo los hago, qué batidora uso, de dónde saco ideas, cómo encuentro el tiempo… Y no solamente mis seguidores, sino también familia y amigos. Todas estas preguntas y muchas más tienen respuestas muy simples. Pero he pensado que en lugar de compartir breves consejos, recetas, etc., voy a crear La Guía Completa para hacer Smoothies perfectos para compartir con vosotros. Lo que viene a ser una biblia de los smoothies.
Pero primero me voy a confesar. Yo no soy una experta en hacer batidos o smoothies. Creo que por el hecho de que mis fotos son buenas, y porque internet está lleno de gente que se vuelve loca por un vaso colorido y una pajita graciosa, parece que sé lo que hago. Es el ideal que presenta el smoothie, la manera perfecta y deliciosa de convertirse a una dieta saludable, lo que llama la atención de la mayoría. Si esto es lo que estás esperando, siento decirte que te voy a decepcionar. No voy a prometerte adelgazar 5kg en una semana tomando batidos, porque no tengo fé ni en este método ni en las dietas (de hecho llevo dos años de duro trabajo de reconciliación con mi cuerpo y mi imagen, lo cual ha resultado en una gran mejora de mi relación con la comida).
Estoy aquí para contaros cómo hacer batidos o smoothies sin tener una máquina de hacer zumo carísima, sin gastar dinero en libros innecesarios, y sin dejar vuestra pobre cocina hecha un desastre.
Yo hago una media de un batido cada dos días, y mantengo mi cocina bastante limpia y ordenadita. También he venido a contaros mi motivo personal por el cual hago smoothies.
No soy una diosa del fitness, que come comida orgánica y va al gimnasio regularmente, se toma 3 batidos al día y come arroz con atún como ingesta de proteína, y hace 8 horas de senderismo los fines de semana porque le divierte. Si alguno de vosotros es así, y os hace felices, entonces fantástico! Me alegro por vosotros! Pero si creéis que váis a encontrar una amiga del gym en mí… Me veo obligada a admitir que el único ejercicio serio que hago es yoga una vez a la semana, porque lo tengo disponible durante mi horario de trabajo en el edificio literalmente enfrente de mi oficina. Sí, hasta ahí llega mi nivel de vaguería. Ir al gimnasio es un suplicio para mí. Mover mi trasero del sofá para ir a CUALQUIER LADO a hacer ejercicio no me motiva nada. Soy lo que describo como altura y peso medio, y hago un esfuerzo para mantener mi nutrición variada. Además de eso, hay algunas cosas que sí son muy importantes para mí.
Me mantengo todo lo activa e hidratada que me permite el estilo de vida que llevo. Bebo mucha agua (mínimo 2l al día, a veces más) y como trabajo en una oficina, me obligo a caminar lo más lejos posible para ir a buscar más agua. Tengo una botella rellenable pequeña para tener que levantarme más a menudo. Como verdura en prácticamente cada comida que hago (me motivo escogiendo las verduras que más me gustan, como los calabacines o judías redondas) y hago un esfuerzo para comer fruta. Este es el motivo principal de mis smoothies: es que sino, no como fruta!
Ahí tenéis la verdadera razón que se esconde tras mis batidos, y es que me cuesta mucho comerme una pieza de fruta. He intentado de muchas maneras convencerme, y en teoría tengo todo a mi favor, ya que trabajo en una oficina con varios supermercados alrededor que ofrecen variedad de fruta fresca a diario. Pero es que no hay manera! De vez en cuando puedo hacer una excepción, pero la realidad es que por el motivo que sea simplemente no como fruta a diario. En verano la cosa cambia un poco, pero vivir en Berlín hace difícil el encontrar frutas veraniegas. Así que la manera de tomar mi dosis diaria de fruta es licuarla para poder bebérmela.
A continuación voy a compartir con vosotros los tres pasos de mi fórmula infalible, básica y sencilla para hacer batidos:
- una batidora
- fruta
- agua
- Pelar y cortar la fruta.
- Pasar por la batidora con muy poca agua, para que se haga un puré sin grumos.
- Añadir más agua hasta que adopte el estado líquido de vuestra preferencia.
Esta es la manera más básica y sencilla de hacer un smoothie. Sí, así de fácil es. No hay necesidad de gastarse mucho dinero en una máquina específica que además te va a robar espacio en la cocina. Tampoco hace falta utilizar frutas exóticas y difíciles de encontrar para dar mejor sabor a tus batidos. Un plátano y unas fresas, por ejemplo, es todo lo que necesitáis para empezar.
Esto es lo que yo siempre tengo en mi cocina, y procuro que nunca me falte:
FRUTA: plátanos, frutas del bosque, manzana, trozos de mango
VERDURA: espinacas, pepino
FRUTOS SECOS: anacardos, nueces, mantequilla de cacahuete (orgánica y sin azúcar añadido)
FRUTA DESHIDRATADA: dátiles, bayas de goji, arándanos, pasas de uva, coco rallado
SEMILLAS: chía, lino
OTROS: jengibre (pelado y cortado, congelado), canela en polvo, miel, polvo de maca, polvo de matcha, cacao en polvo
Consejos a tener en cuenta: las secciones de congelado de los supermercados ofrecen bolsas de fruta cortada y pelada, lista para usar. Algunas incluso llevan el nombre de «mezcla para smoothies». Hay que prestar atención a la etiqueta para asegurarse de que no llevan aditivos, azúcar añadido, etc. Yo hago esto con los frutos rojos, fresas, frambuesas, piña y trozos de mango.
Dato importante a la hora de usar fruta congelada: si tenéis una batidora potente, no hay problema. Pero si tenéis cualquier batidora por debajo de los 500W es preferible dejar la fruta descongelando varias horas antes de preparar el smoothie para no arriesgarse a estropear el motor.
Así se reduce el tiempo de preparación de manera drástica! Comprar productos frescos en grandes cantidades, pelar, cortar y distribuir en bolsas reutilizables para congelar. De este modo, a la hora de hacer un batido no tenéis que preocuparos de todo eso, y os llevará solamente unos minutos! Yo lo hago con plátanos, manzanas, espinacas, kiwis y jengibre. Así es como consigo hacerme un smoothie para desayunar aunque vaya con prisas.
Lácteos en batidos: sí o no? Este es un punto de inflexión. A mí me gustan mucho los lácteos, tanto vegetales como no, y por eso no voy a debatir cuál es mejor. Mi único consejo es: si váis a utilizar lácteos que sea solamente si os váis a beber el batido en seguida. Si estáis preparando algo para consumir varias horas después, o al día siguiente, lácteos (vegetales o no) probablemente arruinen el batido (cambian de color y/o sabor).
Batido para beber o en cuenco? Personalmente, comer algo con cuchara que tiene consistencia de bebida me da cosita. Si lo hago, es con un pudding de chía, porque le da esa consistencia de postre que me gusta más. En general me gustan los batidos bastante líquidos, para beberlos con pajita.
Dulces. Hay a quien no le importa si su smoothie lleva azúcar añadido, pero a mí sí. Este es uno de los motivos por los cuales me gusta preparar la comida desde cero, sabiendo qué va a parar a mi estómago. Si quiero que mis batidos sean más dulces, añado lo siguiente:
- dátiles. Uso 3 por smoothie/persona. Ponerlos en agua unas horas o toda la noche ayuda a que se incorporen mejor.
- miel
- bayas de goji
Qué hace que un batido sea verde? Pues la verdura, hombre! En mi caso, a veces pongo vegetales en mis batidos pero no siempre, ya que no es éste mi objetivo y soy muy pero que muy fan de comer verduras regularmente. Así que muchas veces mis batidos no son verdes porque ya tengo mi dosis vegetal cubierta. Es simplemente mi preferencia personal. Pero (y éste es un Gran Pero) voy a decir algo en defensa de las espinacas en los batidos: se mezclan tan bien con los demás sabores que ni lo váis a notar! Si se añade un puñado, que ya es un incremento en la ingesta de hojas verdes, os prometo que no va a afectar al sabor en nada (no os prometo que no afecte al color).
La inspiración para combinar ingredientes en un batido puede nacer de cualquier cosa. Yo encuentro inspiración en otras recetas: batido de tarta de zanahoria, batido de tarta de manzana, mojito-smoothie… Las posibilidades son infinitas! Yo propongo seguir el lema de menos es más, cuantos más ingredientes lleve, menos sabor tendrá. Para un resultado óptimo yo nunca uso más de 5 ó 6 ingredientes, incluyendo nueces, frutos secos y semillas.