Aquí va otra receta perfecta para el otoño – aunque, seamos sinceros, el caramelo es maravilloso en cualquier momento del año! -. Hace sólo unos años que empecé mis pinitos en el mundo del caramelo. La primera vez sin termómetro debió haber sido la suerte del principiante, porque me salió a la perfección. Así que yo, toda inocente, me convencí de que ya tenía completamente controlado ese arte de hacer caramelo donde tantos otros habían fracasado estrepitosamente – véase my modestia infinita -. Fue en mi segundo intento cuando me dí cuenta de que no todo era perfecto en mi pequeño universo fantástico. Cristalizó, hizo grumos, se pegó el azúcar en la olla y se quemó… en fin, fue un completo desastre azucarado. Y entonces llegó mi mejor amiga al rescate! Me regaló un termómetro de cocina por Navidad, y desde entonces no he fallado una sola vez.
Así que este es mi más valioso y crucial consejo para aquellos que deseen embarcarse en esta aventura que es el caramelo casero: comprad un termómetro para azúcar! Os prometo que no os váis a arrepentir. Soy consciente de que hay cantidad de recetas que no utilizan un termómetro, pero es una ciencia tan imprecisa que para mí simplemente no funciona (por si tenéis curiosidad, éste es el que tengo yo). Si a vosotros os funciona, entonces genial! Esta receta no os hace falta!
- 200g / 3/4 tazas azúcar blanco
- 120ml / 1/2 tazas nata (mínimo 30%)
- 90g / 1/3 tazas mantequilla a temperatura ambiente
- Verter el azúcar en una olla alta con un poco de agua, la consistencia debería ser como de arena mojada. El agua se evaporará de todos modos, así que la cantidad no importa mucho. En este paso hay que dejar que el azúcar se cueza sin marearlo, sin removerlo, sin echar agua por los bordes, hay que dejarlo estar! Confiad en mí.
- Dejar cocer hasta que el termómetro marque aproximadamente 300ºF, y quitar del fuego.
- En un cazo separado, calentar la nata sin que hierva.
- Añadir la mantequilla al azúcar y remover hasta que se disuelva por completo. Poner la olla en el fuego si la mantequilla tarda en derretirse, y retirar del fuego inmediatamente después de su disolución.
- Echar la nata con mucho cuidado, porque burbujea mucho y «sube». Remover con una varilla de metal hasta que quede una crema suave.
CONSEJOS DE PROPINA:
- Añadir sal para caramelo salado. Yo lo hago cada vez!
- Se puede combinar con helado, tostadas, gofres o crepes, incluso fruta (justo ayer G lo puso con trozos de manzana y estaba delicioso!). Las posibilidades son ilimitadas!