No es ningún secreto que adoro The Kitchn, se ha convertido en una de mis mayores fuentes de inspiración y una especie de Biblia en cuanto a cocinar se refiere. Así que cuando ví esta receta, supe que tenía que probarla. Y la ocasión era perfecta, ya que mi querido G estaba recuperándose de la extracción de las muelas del juicio y no podía comer nada más sólido que gelatina. He modificado la receta porque ya sabéis que me gusta darle mi toque personal. Esta receta es muy fácil y rápida de hacer, lleva muy poquito tiempo y el resultado es un postre elegante que os hará parecer verdaderos chefs sin casi esfuerzo. Todo el mundo gana! Solamente necesitáis 30 minutos para prepararla, más tiempo de refrigerado.
- 400ml leche de coco
- 300ml crema de coco (dulce)
- gelatina para 700ml de líquido (yo usé 1 saquito y medio de gelatina en polvo)
- 1 cda vainilla
- aceite de coco para engrasar
- Opcional: salsa de frambuesa (ver las medidas más abajo)
- En un recipiente, poner la mitad de la leche de coco con la gelatina y deja que actúe unos 5 o 10 minutos.
- Mezclar la otra mitad de la leche con la crema de coco y batir. Colocar en una olla a fuego medio hasta que empiece a burbujear.
- Añadir la vainilla y la mezcla de gelatina y batir hasta que sea una mezcla homogénea.
- Engrasar 6 cuencos con el aceite de coco y servir a partes iguales. Refrigerar durante mínimo 3 horas.
- Para la salsa de frambuesas: cocinar 100g de frambuesas con una cucharada de azúcar y 25ml de agua hasta que espese.
CONSEJOS DE PROPINA:
- Ojo con la crema de coco, porque hay una versión azucarada y otra sin azúcar añadido. Para esta receta hace falta la azucarada, ya que no usamos ningún otro endulzante.