Feliz Navidad a todos!!! Espero que Papá Noel se haya portado bien con todos aquellos que han sido buenos este año, y que os hayáis puesto como el Kiko en la cena de Nochebuena (y lo que nos queda!).
Es verdad que yo no sería una residente respetable en Alemania si no venerase el Glühwein. Es toda una institución, hasta tal punto que ha atravesado países hasta establecerse por todas partes, demostrado por el hecho de que uno se puede tomar una buena taza de Glühwein en muchos bares y restaurantes de Mallorca. Y antes de que lo digáis, NO, Mallorca no es el Bundesland número 17 (ya les gustaría a los Alemanes…). La razón es la misma por la cual aquí en Alemania tenemos glögg Sueco en los mercadillos de Navidad.
No voy a negar que el Glühwein es raro la primera vez que lo pruebas, es un gusto adquirido. Pero viviendo en Alemania es casi como si no tuvieras elección, hay que hacerse con al menos una de las bebidas calientes populares – ya sean con alcohol o sin – para sobrevivir el duro invierno. Así que a elegir, yo ya tengo mi favorito! Y es por eso que he desarrollado mi propia receta que hoy comparto con vosotros, ahora que nos acercamos al último Adviento. Hay tantas variaciones del Glühwein como os podáis imaginar, y esta es la que yo hago en casa.
- 1l vino tinto
- 250 ml agua
- 4 cdas. azúcar moreno
- 6 clementinas
- 2 ramas de canela
- 2 estrellas de anís
- En una olla, poner el agua, azúcar moreno, canela en rama y anís estrellado y hervir. El objetivo es disolver el azúcar.
- Lavar las clementinas y cortar a la mitad. Exprimir un poco del zumo en la olla y añadirlas a la mezcla. Remover y hervir a fuego muy bajo durante 5-10 minutos. Si hierve fuerte durante ese tiempo el alcohol se evaporará.
- Añadir el vino tinto y hervir a fuego bajo otros 10 minutos. Servir caliente!
CONSEJOS DE PROPINA:
- La receta básica lleva vino, agua y azúcar. Todo lo demás es opcional e intercambiable, así que poned a trabajar el cerebro y podéis crear vuestra propia receta personalizada!
Zum Wohl!