Semana Santa en Mallorca es pasearse por delante de cada panadería/pastelería y babear frente a todo tipo de crespells, robiols, panades… Se cree que el origen de los crespells es judío (chueta, como se dice de una manera un tanto despectiva en mallorquín…) y que por eso tradicionalmente se hacen con la forma de una estrella de 6 puntas o una flor, también de 6 pétalos. Cuando yo era pequeña las hacía con un vaso, para darles forma redonda. Es una receta muy típica para hacer con los peques, por su facilidad y porque ellos disfrutan literalmente poniendo las manos en la masa.
Recuerdo haber hecho esta receta la primera vez cuando tenía 6 años. En el cole nos dieron una lista con cosas para traer de casa, básicamente los ingredientes para la receta y un par de utensilios (un par mallorquín, ya he hablado de esto anteriormente), y el día elegido nos llevaron al comedor común, nos dieron mini-delantales y vía libre para crear caos. Mis crespells salieron bastante decentes teniendo en cuenta la poca supervisión que había habido – estamos hablando de principios de los 90… esa obsesión por controlar cada movimiento de los hijos vino más tarde -. Yo me quedé tan orgullosa, hasta que me enteré que los profesores, que se habían encargado de meter los crespells en el horno, habían repartido el resultado sin tener en cuenta quién había hecho qué. Así que es muy posible que me comiera los que había hecho otro niño, pero para una niña de 6 años no era demasiado pedir que un par de profesores (de nuevo, el famoso par mallorquín) recordaran las galletas que había hecho cada uno de los 30 niños a su cargo.
Un dato interesante. Sabíais que la manteca de cerdo en Mallorca, muy utilizada en su gastronomía, se llama saïm? Es de ahí de donde proviene la palabra ensaïmada, uno de los dulces más populares de la cocina mallorquina, muy querida tanto fuera como dentro de España.
- 500g harina
- 125g azúcar
- 125g manteca de cerdo a temperatura ambiente
- 35cl aceite de oliva
- zumo de una naranja (ver CONSEJOS DE PROPINA más abajo)
- ralladura de la piel de un limón
- 3 yemas de huevo
- Precalentar el horno a 160°C.
- En un bol grande (o con robot de cocina) mezclar bien la manteca, el aceite, el zumo y las yemas hasta formar una pasta.
- Añadir el azúcar y la ralladura de limón, y después progresivamente la harina hasta que esté completamente incorporada. La mezcla debe quedar homogénea.
- Estirar la masa asegurándose de que tenga aproximadamente un dedo de grosor y cortar las figuras.
- Colocar las galletas en una bandeja de horno sobre papel de hornear o similar para que no se peguen, y hornear unos 20 minutos. Deberían salir cuando todavía no estén tostadas, es decir, el color debe permanecer relativamente pálido para que no queden secas.
CONSEJOS DE PROPINA:
- Además del zumo de naranja yo le añado 3 gotas de aceite esencial de naranja de la marca Young Living. De esta misma manera también sustituyo la ralladura de limón por 2 gotas de AE de limón.
- Esta masa se puede utilizar también para hacer robiols, que es una especie de galleta rellena, bien sea de cabello de ángel, crema pastelera, requesón o mermelada (la de albaricoque es la más tradicional).
- Aquí podéis encontrar otra receta mallorquina muy típica.